lunes, 23 de enero de 2017

Radio Materialista - Episodio 44 (Guerra y Paz en El Quijote)

Nuevo episodio de Radio Materialista dedicado al libro 'Guerra y paz en El Quijote' de nuestro filósofo Pedro Insua. Nos acompañan el autor del libro y el autor del prólogo, Jesús G. Maestro.
¿Por qué es necesaria la Filosofía, más bien el plano filosófico, para abordar un análisis profundo de la obra de Cervantes? Sin negar en ningún momento la aportación de ciertas categorías muy necesarias para analizar una obra, la composición en cualquier caso ha de elaborarse desde la Filosofía, desde un sistema de pensamiento. Pedro afirma que nada se compone sólo de palabras. La Teoría del Cierre Categorial (TCC) de Gustavo Bueno apunta a los referenciales que van más allá del relato. Jesús G. Maestro abunda en las palabras de Pedro y sostiene que el problema se agrava porque la Filología se ha construido en muchos casos sobre el idealismo más ramplón.
A continuación nuestros invitados analizan el problema de la locura de Don Quijote. Jesús G. Maestro no quiere plantear la locura desde el campo categorial de la Psiquiatría. Jesús más bien habla de la idea de locura y así logra ubicarse en el plano filosófico. El idealismo alemán interpreta la locura como una forma superior de racionalismo que nos liberaría del corsé de lo establecido. Jesús ataca frontalmente este planteamiento que inundó el Romanticismo y retroactivamente toda la literatura anterior reinterpretada por los idealistas románticos. Afirma Jesús que «Cervantes está construyendo a un zumbado con el fin de instaurar un orden político que no tiene nada que ver con su tiempo». Pero ese orden de naturaleza «cortical» pertenecería a un ortograma medieval que se ve ridículo, por lo obsoleto que resulta, en la época que Cervantes escribe El Quijote. El loco es un idealista que termina devorado por la realidad porque «la locura es incompatible con la realidad», sentencia Jesús.
Pedro repara astutamente en el origen «libresco» de la locura de Don Quijote. El personaje de Cervantes se volvió loco tras leer ciertos libros de caballería. Y es que en los libros hay plasmadas unas ideas que muchas veces entran en colisión -en dialéctica se diría- con otras ideas. Unos libros combaten, anulan y niegan otros libros.
A continuación nuestros tertulianos entran de lleno en lo que Pedro ha denominado el «antierasmismo» de Cervantes. Hay dos vertientes -una biográfica y otra hermenéutica- para abordar este asunto. Nos centramos primero en la biográfica. Nuestros tertulianos afirman que Cervantes está determinado por aspectos «corticales» que tienen que ver con la guerra y la paz. Es necesario aquí citar Lepanto y el Cervantes guerrero. «La voluntad de pelear contra el Turco es completamente incompatible con el erasmismo», sentencia Pedro.
Cervantes, bañado de realismo, también tritura un mito erasmista. Así, Erasmo afirmaba que la «Universitas Christiana» no podía combatir entre sí. Esto es muy interesante de abordar porque Cervantes se ubicaría aquí en una dialéctica de ortogramas imperiales, en vez de la dialéctica religiosa, digamos evangélica, de raíz medieval. No se trataría pues de «guerras civiles» en el seno de la «Universitas Christiana», sino de verdaderas guerras entre Estados cristianos. La clave es esta: la dialéctica también -y sobre todo- es entre los propios cristianos que se agrupan en Imperios o Estados. Cervantes vio que la razón de Estado se imponía a la razón de la Iglesia.
Pedro también destaca que el casticismo como fundamento de la formación de Cervantes se ha eliminado en favor del erasmismo porque encajaría mejor con la idea del europeísmo rampante y ciertas ideas-fuerza como el pacifismo.
Juan Ginés Sepúlveda, sacedote y filósofo español, se convierte en un personaje muy importante para apuntalar la tesis que maneja Pedro Insua en su libro. Sepúlveda en su «Democrates primus» intentó neutralizar los efectos perniciosos para la «eutaxia» que estaba produciendo el erasmismo en la milicia española. Pedro ha reparado en que en ese libro aparece la asociación entre caballería, locura e ingenio, que son los tres elementos fundamentales en la novela de Cervantes. Precisamente dice Sepúlveda que traer a colación en su época la norma caballeresca es locura. Pedro fue «tirando del hilo» de Sepúlveda hasta que ha tejido una red muy densa y consistente que forma el armazón argumental de su libro. Jesús confirma la tesis de Pedro y afirma que los argumentos de Pedro están ratificados objetivamente en los escritos de Cervantes.
Pedro y Jesús también hablan del «mito de Shakespeare». Mientras el reconocimiento de Cervantes se impondría ,según Pedro, «por méritos propios», el de Shakespeare sería una imposición del Imperio inglés que necesitaba construir un mito que oponer a Cervantes. Jesús opina que Shakespeare «en poesía era un sonetista y en literatura un tragediógrafo, un comediógrafo que escribió unas docenas de comedias y tragedias en colaboración con otros autores, aunque en algunos casos en colaboraciones no declaradas». A pesar de la indiscutible calidad de Shakespeare como dramaturgo y sonetista, nunca escribió una novela ni una narración. Jesús sostiene que Cervantes y Shakespeare no son comparables. Shakespeare es más «una marca» que un autor, sentencia Pedro.
Cervantes es un autor excelente. Nunca un autor había escrito literatura con un grado de racionalismo y realismo tan elevados. Jesús sostiene que en Cervantes está el genoma o el ADN de la literatura de todas las épocas. Un escritor enorme.
Por último, Pedro destaca que la labor poética de Cervantes empezó con el general inquisidor Diego de Espinosa: «Quien promueve la carrera poética de Cervantes fue el inquisidor Espinosa». Si el erasmismo fue un intento de deslindar a Cervantes de la Inquisición y el Imperio español para tal vez ubicarlo en la inexistente categoría «escritor de la Humanidad», donde podría estar según la interpretación de Bataillon, nuestros tertulianos recuerdan que es imposible separar a Cervantes del contexto histórico donde nació y se forjó como soldado y escritor, así como de las Ideas que «flotaban» en el ambiente y sostenían figuras como Sepúlveda. Cervantes es una figura literaria de primer nivel propia de una Nación de primer nivel en el mundo de aquella época.



Descargue este episodio desde Google Drive.

* Grabado el domingo 23 de enero de 2017.